Qué día!
Primero espero el autobús, con una lluvia que paralizaría al mismísimo Atila, y luego que no pasa nada. Eso es, nada. ¿Pudiendo pasar una hora en la cama, quien dijo que la estúpida acera de mi calle no es una opción aun mejor? ni a mi se me ocurre. Pero además me encuentro a mi "ex", me llama mi madre para recordar que no le llegó mi regalo de su cumpleaños, y el fontanero no me concederá sus favores hasta el fin de semana. Todas estas calamidades, aisladamente, no parecen una tragedia, pero en la misma línea de autobuses urbanos, a las 8:30 de la mañana, incluso a mi me superan. No entiendo porque mi madre se despierta tan temprano, está claro que no es hereditario, lo del fontanero, me duele en el alma -digamos que una vez que una se acostumbra al agua corriente, pues se acomoda y no quiere dejarlo-, pero lo de mi "ex", eso es insuperable. Una persona con la que has compartido tanto tiempo, y que ni siquiera sea capaz de vocalizar una frase... no es de recibo una obra de shakespeare, pero un "hola, ¿qué tal? ¿Cómo te va últimamente?" nunca sobra, ¿no?
Mira querida, que mejor te llamo luego y te lo cuento todo, porque ahora estoy en un ascensor, la gente me mira con curiosidad, y oye, que no estoy de humor para contarles que además tengo dolor de ovarios. Si, ya ves, yo no sé si hoy me debía haber quedado en la cama... luego te veo.
Primero espero el autobús, con una lluvia que paralizaría al mismísimo Atila, y luego que no pasa nada. Eso es, nada. ¿Pudiendo pasar una hora en la cama, quien dijo que la estúpida acera de mi calle no es una opción aun mejor? ni a mi se me ocurre. Pero además me encuentro a mi "ex", me llama mi madre para recordar que no le llegó mi regalo de su cumpleaños, y el fontanero no me concederá sus favores hasta el fin de semana. Todas estas calamidades, aisladamente, no parecen una tragedia, pero en la misma línea de autobuses urbanos, a las 8:30 de la mañana, incluso a mi me superan. No entiendo porque mi madre se despierta tan temprano, está claro que no es hereditario, lo del fontanero, me duele en el alma -digamos que una vez que una se acostumbra al agua corriente, pues se acomoda y no quiere dejarlo-, pero lo de mi "ex", eso es insuperable. Una persona con la que has compartido tanto tiempo, y que ni siquiera sea capaz de vocalizar una frase... no es de recibo una obra de shakespeare, pero un "hola, ¿qué tal? ¿Cómo te va últimamente?" nunca sobra, ¿no?
Mira querida, que mejor te llamo luego y te lo cuento todo, porque ahora estoy en un ascensor, la gente me mira con curiosidad, y oye, que no estoy de humor para contarles que además tengo dolor de ovarios. Si, ya ves, yo no sé si hoy me debía haber quedado en la cama... luego te veo.
4 comentários:
que buenísima tia!!!!
jejej
y sobretodo tu comentario en mi blog, jejeje
en fin... que resaca tan perra, que asco, por dios!
Me voy a comer un ibuprofeno de estos a ver si me pasa el dolor de cabeza y de todo!!!
nos vemos totota!!!!
Es que lo normal es que no pase nada, de hecho, puedes pasarte años sin que nada pase, pero de pronto, en cinco minutillos pasa todo, para volver a no pasar nada mucho tiempo para volver a pasar todo en poco tiempo. Yo creo que está ya casi todo inventado.
Bicos!
Hola, vengo de Mer.
Estoy de acuerdo, cuando más tiempo nos podamos quedar haciendo el perro, mejor.
Para mí es sublime cuando suena el despertador y aprietas una tecla que lo para y lo vuelve a encender cada siete minutos.
No te imaginas las flexiones que hago para apagarlo. Mejor que un gimnasio.
Saludos.
Huy si, Rakel. Hay días que parece que todo se confabula para dispararte la teclita de la paciencia.
Yo a veces soy como los coches, que pasan de 1 a 100 en 1 segundo. Pues esa palanca yo la tengo y no te creas que es fácil activarla... y hay días que la encuentran todos!
Besos!
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